Uno de los procesos más vistosos en el proceso de restauración de una motocicleta es el pulido.
Este proceso hace que las piezas muchas veces vuelvan a estar como nuevas y es que con el paso del tiempo el metal se va desgastando, va oxidándose y hace que nuestras motocicletas no se vean como queremos.
El pulido es un proceso de abrasión superficial para afinar la superficie del metal, quitar marcas y rayajos.
Por medio del pulido podemos dejar la superficie satinada (mate) o brillante (espejo).
Hay que llevar en cuenta el metal que vamos a pulir, el estado en el que esté y los materiales que vamos a utilizar.
Pudiendo utilizar lijas para el inicio del pulido y terminando por discos de fieltro o lana para sacar el brillo espejo.